Qué podría suceder en los próximos cien años
Traducción del inglés por Mariel Kozynski Waserman
Texto original de John Elfreth Watkins Jr.
Edición por Alejandro Ramírez Pulido
Imagen: «Videophone» de Jean-Marc Côté
Estas profecías sonarán extrañas, casi imposibles. Sin embargo, provienen de las mentes más ilustradas y conservadoras de los Estados Unidos. A los hombres más sabios y prudentes en nuestros mejores institutos de investigación y educación he acudido, para solicitarles una predicción de lo que creían que se forjaría en su área de estudio antes de los albores de 2001 —dentro de un siglo—. Son esas opiniones las que, con minuciosidad, he transcrito.
Quinientos millones de personas. Es probable que, en un siglo, haya entre 350 000 000 y 500 000 000 personas en Estados Unidos y sus territorios. Nicaragua solicitará ser admitida en nuestra unión luego de que se complete el gran canal. Le seguirá México. Europa, en su afán por obtener más territorio al sur de nuestro país, llevará a que los pueblos de varias repúblicas de América del Sur y Central voten para incorporarse a la unión.
Los estadounidenses serán entre una y dos pulgadas más altos. Ese crecimiento obedecerá a un mejor estado de salud, gracias a reformas significativas en medicina, saneamiento, alimentación y deportes. Vivirán cincuenta años en lugar de treinta y cinco como en la actualidad, dado que residirán en los suburbios. La vivienda urbana prácticamente desaparecerá. Construir con bloques de cemento será ilegal. El trayecto desde las casas en los suburbios hasta las oficinas llevará solo unos minutos. El boleto costará un centavo.
Nuestro alfabeto cotidiano no tendrá C, X ni Q. Las abandonaremos por innecesarias. Adoptaremos una grafía acorde a los sonidos —primero los periódicos—. El inglés será una lengua de palabras condensadas que expresen ideas condensadas y será el idioma más hablado. Le seguirá el ruso.
Aire frío y caliente del grifo. Saldrá aire frío y caliente del grifo para regular la temperatura de las casas, tal como ahora sale agua fría y caliente del grifo para regular la temperatura al bañarnos. Obtendremos el aire frío y caliente para las casas urbanas de plantas centrales, del mismo modo en que ahora recibimos el suministro de gas o electricidad. Levantarse temprano para encender el fuego de la caldera quedará en el pasado. Ya no habrá chimeneas en las casas, pues no habrá humo bajo el techo de ningún hogar.
Ni moscas ni mosquitos. Ya no precisaremos mosquiteros. Los mosquitos, las moscas y las cucarachas estarán al borde del exterminio. Las juntas de salud destruirán todos los criaderos y focos de reproducción de mosquitos, drenarán todas las aguas estancadas, rellenarán las tierras pantanosas y aplicarán tratamientos químicos en todos los arroyos que no fluyen. El exterminio de los caballos y los establos reducirá la cantidad de moscas.
Se podrá comprar comida hecha en tiendas similares a las panaderías de hoy en día. Las tiendas comprarán la materia prima en enormes cantidades al por mayor y venderán los platos hechos mucho más baratos que lo que le cuesta cocinarlos a una persona. Se enviará la comida fría o caliente a los hogares dentro de tubos neumáticos o en vagones autopropulsados. Al terminar de comer, se juntarán los platos usados y se devolverán a las tiendas para lavarlos. Esta preparación de alimentos al por mayor se desarrollará en laboratorios eléctricos y no en cocinas. Tales laboratorios contarán con estufas eléctricas y todo tipo de dispositivos eléctricos, como molinillos de café, batidoras de huevos, licuadoras, mondadores, picadoras de carne, sierras para carne, pisapapas, exprimidores de limones, lavaplatos, secaplatos y demás. Todos estos utensilios se lavarán en químicos letales para los microbios que transmiten enfermedades. Cocinar y comprar nuestra propia comida será un lujo.
La comida no estará al descubierto. Los comerciantes que expongan los alimentos al aire que exhalan los clientes o al ambiente de las concurridas calles serán arrestados, junto con quienes vendan productos agrícolas rancios o adulterados. Refrigeradores de aire líquido preservarán grandes cantidades de alimentos frescos por largos períodos.
Dejaremos de usar carbón para calentar y cocinar. Será escaso, pero no lo agotaremos del todo. Habrá antracita en la tierra hasta el 2050 o el 2100; habrá minas de hulla hasta el 2200 o el 2300. Para ese entonces, ambos tipos de carbones se habrán encarecido demasiado. Se descubrirá que la electricidad producida a partir de la energía hidráulica es mucho más barata. Todos los ríos y arroyos que tengan suficiente elevación estarán equipados con motores de agua y dínamos para generar electricidad. A lo largo de la costa, habrá varios embalses que se llenen de manera constante con las olas y las corrientes. El agua luego caerá de forma continua sobre ruedas giratorias. Por lo tanto, aprovecharemos todas las aguas en movimiento, tanto dulces como saladas, para el trabajo que se hace hoy en día en el Niágara: generar electricidad para obtener calor, luz y propulsión.
No habrá tranvías en las grandes ciudades. Todos los sistemas de tránsito rápido dentro de los límites de las ciudades estarán bajo tierra o por encima del nivel del suelo. En la mayoría de las ciudades, se reducirán a túneles o pasajes subterráneos amplios, bien iluminados y bien ventilados, o caballetes altos con «aceras móviles» a modo de escaleras ascendentes. Estas calles subterráneas o elevadas estarán repletas de vagones de pasajeros y carga con ruedas amortiguadoras. Los pasajes subterráneos o los caballetes se destinarán solo a los trenes expresos. De este modo, las ciudades estarán libres de ruido.
Las fotografías se enviarán por telegrama desde cualquier lugar. Si de aquí a cien años hubiere una batalla en China, los periódicos publicarán imágenes de los hechos más sorprendentes una hora después de que sucedan. Incluso hoy en día las fotografías se envían por telégrafo a distancias cortas. Las fotografías reproducirán todos los colores de la naturaleza.
Trenes de ciento cincuenta millas por hora. Por lo general, los trenes andarán a dos millas por minuto; los expresos, a ciento cincuenta millas por hora. Se podrá ir de Nueva York a San Francisco en un día y una noche en expreso de alta velocidad. Habrá locomotoras eléctricas con forma de cigarro que arrastren largos vagones. Al igual que las casas, los vagones tendrán sistemas de refrigeración artificial. No habrá humo ni cenizas en las vías férreas, dado que no se transportará ni quemará carbón. No habrá paradas para recargar agua. Los pasajeros atravesarán áreas rurales calurosas o polvorientas con las ventanas abajo.
Los automóviles serán más baratos que lo que cuesta un caballo hoy en día. Los granjeros tendrán automóviles de heno, remolques, arados, gradas y rastrillos de heno motorizados. Cada uno de estos vehículos tendrá un motor de una libra que hará el trabajo de dos caballos o más. En invierno, los niños andarán en trineos motorizados. Todos los medios de transporte a caballo que conocemos se habrán sustituido por motores. Existirán, como ya vemos hoy en día, coches fúnebres motorizados, vehículos policiales motorizados, ambulancias motorizadas y barredoras viales motorizadas. El uso de arneses en equinos será tan poco frecuente como las yuntas de bueyes en la actualidad —o incluso menos—.
Todos caminarán diez millas. Se comenzará con la actividad física en el jardín de infantes, donde los juguetes y los juegos estarán diseñados para fortalecer los músculos. En la escuela, será obligatorio hacer ejercicio. Cada escuela, universidad e institución comunitaria tendrá un gimnasio completo. Todas las ciudades tendrán gimnasios públicos. Los hombres y mujeres que no puedan caminar diez millas seguidas serán considerados enclenques.
A Inglaterra en dos días. Barcos eléctricos rápidos cruzarán el océano a más de una milla por minuto y llegarán de Nueva York a Liverpool en dos días. El casco de los barcos irá por encima de las olas. Tendrán soportes de patines, parecidos a los de los trineos. Estos patines tendrán una alta flotabilidad. En las secciones inferiores habrá aberturas que expulsen chorros de aire. De este modo, se creará una película de aire entre los patines y la superficie del agua. La película, junto con la pequeña superficie de los patines, reducirá la fricción con las olas al mínimo. Habrá hélices eléctricas girando de forma automática en el aire y debajo del agua. Los barcos con camarotes refrigerados de forma artificial serán totalmente ignífugos. Cuando haya tormentas, los barcos se sumergirán y esperarán bajo el mar a que el tiempo mejore.
Habrá aeronaves, pero no podrán competir con los vehículos terrestres o marinos para el transporte de pasajeros o de carga. Todas las naciones militarizadas las mantendrán como letales naves de guerra. Algunas aeronaves transportarán personas y bienes. También serán utilizadas por científicos para hacer observaciones desde grandes alturas.
Aeronaves militares y fuertes sobre ruedas. Cañones gigantes dispararán a veinticinco millas o más y proyectiles que exploten y destruyan ciudades enteras alcanzarán todo lo que se encuentre dentro de ese radio. Se utilizarán brújulas para apuntar los cañones si se van a usar en mar o tierra, y telescopios si se van a disparar desde grandes alturas. Habrá flotas de aeronaves escondidas tras nieblas densas y humeantes que se dispersarán con el movimiento, mientras las naves avanzan sobre ciudades, fortificaciones, campamentos y otras flotas. Sorprenderán al enemigo lanzándoles rayos letales desde los cielos. Las aeronaves militares precisarán fuertes a prueba de bombas, con una protección de grandes placas de acero por encima y por los costados. Habrá enormes fuertes sobre ruedas que se deslicen en espacios abiertos a la velocidad de los trenes expresos de hoy en día. Harán lo que hoy conocemos como cargas de caballería. Arados motorizados gigantes cavarán trincheras profundas tan rápido como los soldados puedan esconderse. Los rifles tendrán cartuchos silenciosos. Los submarinos podrán estar días bajo el agua y eliminar una flota naval entera del fondo del mar. Los globos aerostáticos y las máquinas voladoras tendrán telescopios con un alcance de cien millas, con cámaras incorporadas para fotografiar al enemigo en ese radio. Las fotografías tendrán un nivel de detalle y un tamaño como si se hubieran tomado desde la acera de enfrente y se enviarán al comandante a cargo de las tropas en tierra firme.
Solo habrá animales salvajes en los zoológicos. Las ratas y los ratones habrán sido exterminados. Los caballos estarán al borde de la extinción. Los ricos mantendrán algunos ejemplares de las mejores razas para carreras, caza y ejercicio. Los automóviles expulsarán a los caballos. El ganado vacuno y el ovino no tendrán cuernos. No podrán correr más rápido que los cerdos de engorde de hoy en día. Hace un siglo, los jabalíes podían correr más rápido que los caballos. Los animales destinados a la alimentación se criarán para que dediquen prácticamente toda su energía vital a la producción de carne, leche, lana y otros derivados. Los cuernos, huesos, músculos y pulmones se desecharán.
El hombre podrá ver alrededor del mundo. Personas y objetos de todo tipo se verán en la lente de cámaras conectadas por electricidad con pantallas en ambos extremos de los circuitos, a distancias de miles de millas. En Estados Unidos, los espectadores podrán ver las coronaciones de los reyes europeos o las novedades de las batallas en Oriente sobre cortinas enormes en salas de teatro. El instrumento que traiga estas escenas remotas a los hogares estará conectado con un aparato telefónico gigante que transmita cada sonido en el momento correspondiente. Por lo tanto, se escuchará el estruendo de los cañones de una batalla lejana cuando se vean las ráfagas de disparos, del mismo modo que se escuchará a un actor o músico hablando o cantando a la distancia en el momento en que mueva los labios.
Teléfonos alrededor del mundo. Teléfonos inalámbricos y circuitos de telégrafo se desplegarán alrededor del mundo. Un marido en la mitad del Atlántico podrá hablar con su esposa sentada en su boudoir en Chicago. Podremos llamar por teléfono a China tan rápido como hoy nos comunicamos de Nueva York a Brooklyn. Se podrá conectar cualquier circuito dentro de una misma localidad con tan solo una señal automática, sin que intervenga una chica del «¿Sí, dígame?».
El grand opéra llegará a los hogares por teléfono y sonará tan armonioso como si se escuchara desde el palco de un teatro. Instrumentos automáticos reproducirán los sonidos originales con exactitud para enviarles la mejor música a las familias que carecen de talento. Grandes músicos reunidos en un recinto de Nueva York producirán, mediante teclados eléctricos, la música que al mismo tiempo saldrá de instrumentos en teatros o salas de, por ejemplo, San Francisco o Nueva Orleans. Entonces, bandas y orquestas de gran nivel darán conciertos de larga distancia. En las grandes ciudades, habrá óperas públicas con cantantes y músicos pagos por fondos dotados por filántropos y el gobierno. El piano podrá pasar de un tono alegre a uno triste. Diversos artefactos potenciarán los efectos emocionales en la música.
Cómo educar a los niños. La educación universitaria será gratuita para todos los hombres y mujeres. Se fundarán muchas universidades nacionales de renombre. Los niños estudiarán una gramática simple del inglés, adaptada al inglés simplificado y no copiada del latín. Se ahorrará tiempo agrupando áreas de estudio similares. Los estudiantes pobres recibirán comida, alojamiento, ropa y libros gratuitos si demuestran ambición y de verdad les es imposible afrontar los gastos de la escuela y la universidad. Inspectores médicos visitarán las escuelas públicas con cierta frecuencia y proveerán gafas, cuidado dental y atención médica de todo tipo, libres de costo, para los niños pobres. De ser necesario, aquellos niños en situaciones de mayor pobreza tendrán transporte gratis para ir a clase y volver, así como almuerzos sin costo en el horario escolar. Los niños pobres irán de vacaciones a distintas partes del mundo. Las clases de etiqueta y labores domésticas serán estudios importantes en las escuelas públicas.
Compras en tiendas a través de tubos. En lugar de usar carros, se enviarán los paquetes y los bultos por tubos neumáticos. Los tubos recolectarán, enviarán y transportarán el correo a través de determinadas distancias, quizás cientos de millas. Primero se conectarán con los hogares de los más adinerados y luego con los demás. Grandes establecimientos comerciales los extenderán hasta las estaciones, de forma similar a las oficinas postales de hoy en día; desde las oficinas saldrán automóviles rápidos para distribuir las compras casa por casa.
Vegetales cultivados con electricidad. Los granjeros transformarán el invierno en verano y la noche en día. En las épocas frías, colocarán cables eléctricos conductores de calor bajo la tierra de su huerta y, de este modo, calentarán las plantas. También cultivarán grandes huertas dentro de espacios vidriados. Una poderosa luz eléctrica cubrirá los vegetales de noche, lo que acelerará su crecimiento como lo haría la luz solar. Las corrientes eléctricas aplicadas al suelo harán que las plantas valiosas crezcan más y más rápido, al tiempo que se desharán de las malas hierbas. Rayos de luz de colores acelerarán el crecimiento de diversas plantas. Las semillas de la huerta brotarán y se desarrollarán mucho antes de lo previsto con la aplicación de electricidad.
Crecerán naranjas en Filadelfia. Habrá refrigeradores rápidos viajando por mar y tierra para traer frutas deliciosas de los trópicos y las zonas templadas del sur en tan solo unos días. Los granjeros de América del Sur, Sudáfrica, Australia y las islas de los mares del Sur, donde las estaciones son las opuestas a las nuestras, en invierno nos proveerán de alimentos de verano frescos que no podemos cultivar aquí. Los científicos habrán descubierto cómo cultivar aquí muchas frutas que hoy solo se encuentran en climas mucho más cálidos o fríos. Se cultivarán deliciosas naranjas en los suburbios de Filadelfia. Los cantalupos y otras frutas de verano serán tan resistentes que se podrán almacenar durante el invierno al igual que almacenamos las papas.
Nuestros tataranietos comerán fresas del tamaño de manzanas en la mesa navideña dentro de cien años. Las frambuesas y las moras también serán así de grandes. Tan solo una será suficiente para completar la porción de fruta de cada persona. Las fresas y los arándanos rojos crecerán en arbustos altos. Los arándanos rojos, las uvas crispas y las grosellas serán grandes como naranjas. De un cantalupo comerá una familia entera. Los melones, las cerezas, las uvas, las ciruelas, las manzanas, las peras, los duraznos y todas las bayas vendrán sin semillas. Se cultivarán higos en todo Estados Unidos.
Arvejas grandes como remolachas. Las arvejas y los frijoles serán grandes como las remolachas hoy en día. La caña de azúcar producirá el doble de azúcar que el que produce la remolacha azucarera en la actualidad. La caña volverá a ser nuestra principal fuente de azúcar. El algodoncillo se habrá desarrollado como una planta para extraer caucho. En todo el país habrá maquinaria cosechando caucho autóctono barato. Podremos hacer que las plantas sean inmunes a los microbios que transmiten enfermedades con la misma facilidad con la que hoy en día se inmuniza al hombre contra la viruela. Plantas nutridas desde el aire enriquecerán el suelo y lo harán fértil.
Rosas negras, azules y verdes. Las rosas serán grandes como repollos. Las violetas alcanzarán el tamaño de las orquídeas. Los pensamientos tendrán el diámetro de un girasol. Hace un siglo, los pensamientos tenían una extensión de tan solo media pulgada. Habrá rosas negras, azules y verdes. Se podrá cultivar cualquier flor de cualquier color y, además, traspasar el aroma de una flor perfumada a una inodora. Así, un pensamiento podrá recibir el perfume de una violeta.
Pocos medicamentos se tragarán o llevarán al estómago, a menos que se requiera un tratamiento directo de ese órgano. Por ejemplo, si el paciente necesita un medicamento para los pulmones, lo recibirá directamente sobre estos órganos a través de la piel y los músculos. Corrientes eléctricas indoloras descargadas sobre la superficie de la piel administrarán estos medicamentos. Los microscopios permitirán ver los órganos vitales de humanos y animales a través de su carne viva. El organismo vivo será transparente a todos los efectos médicos. Los médicos podrán no solo ver un corazón vivo, latiendo en el pecho, sino que también podrán ampliar y fotografiar cualquier parte del órgano. Para lograrlo, utilizarán rayos de luz invisible.
These prophecies will seem strange, almost impossible. Yet, they have come from the most learned and conservative minds in America. To the wisest and most careful men in our greatest institutions of science and learning I have gone, asking each in his turn to forecast for me what, in his opinion, will have been wrought in his own field of investigation before the dawn of 2001 —a century from now. These opinions I have carefully transcribed.
Five Hundred Million People. There will probably be from 350,000,000 to 500,000,000 people in America and its possessions by the lapse of another century. Nicaragua will ask for admission to our Union after the completion of the great canal. Mexico will be next. Europe, seeking more territory to the south of us, will cause many of the South and Central American republics to be voted into the Union by their own people.
The American will be Taller by from one to two inches. His increase of stature will result from better health, due to vast reforms in medicine, sanitation, food and athletics. He will live fifty years instead of thirty-five as at present —for he will reside in the suburbs. The city house will practically be no more. Building in blocks will be illegal. The trip from suburban home to office will require a few minutes only. A penny will pay the fare.
There will be No C, X or Q in our every-day alphabet. They will be abandoned because unnecessary. Spelling by sound will have been adopted, first by the newspapers. English will be a language of condensed words expressing condensed ideas, and will be more extensively spoken than any other. Russian will rank second.
Hot and Cold Air from Spigots. Hot or cold air will be turned on from spigots to regulate the temperature of a house as we now turn on hot or cold water from spigots to regulate the temperature of the bath. Central plants will supply this cool air and heat to city houses in the same way as now our gas or electricity is furnished. Rising early to build the furnace fire will be a task of the olden times. Homes will have no chimneys, because no smoke will be created within their walls.
No Mosquitoes nor Flies. Insect screens will be unnecessary. Mosquitoes, house-flies and roaches will have been practically exterminated. Boards of health will have destroyed all mosquito haunts and breeding-grounds, drained all stagnant pools, filled in all swamp-lands, and chemically treated all still-water streams. The extermination of the horse and its stable will reduce the house-fly.
Ready-Cooked Meals will be Bought from establishments similar to our bakeries of to-day. They will purchase materials in tremendous wholesale quantities and sell the cooked foods at a price much lower than the cost of individual cooking. Food will be served hot or cold to private houses in pneumatic tubes or automobile wagons. The meal being over, the dishes used will be packed and returned to the cooking establishments where they will be washed. Such wholesale cookery will be done in electric laboratories rather than in kitchens. These laboratories will be equipped with electric stoves, and all sorts of electric devices, such as coffee-grinders, egg-beaters, stirrers, shakers, parers, meat-choppers, meat-saws, potato-mashers, lemon-squeezers, dish-washers, dish-dryers and the like. All such utensils will be washed in chemicals fatal to disease microbes. Having one’s own cook and purchasing one’s own food will be an extravagance.
No Foods will be Exposed. Storekeepers who expose food to air breathed out by patrons or to the atmosphere of the busy streets will be arrested with those who sell stale or adulterated produce. Liquid-air refrigerators will keep great quantities of food fresh for long intervals.
Coal will Not be Used for Heating or Cooking. It will be scarce, but not entirely exhausted. The earth’s hard coal will last until the year 2050 or 2100; its soft-coal mines until 2200 or 2300. Meanwhile both kinds of coal will have become more and more expensive. Man will have found electricity manufactured by water-power to be much cheaper. Every river or creek with any suitable fall will be equipped with water-motors, turning dynamos, making electricity. Along the seacoast will be numerous reservoirs continually filled by waves and tides washing in. Out of these the water will be constantly falling over revolving wheels. All of our restless waters, fresh and salt, will thus be harnessed to do the work which Niagara is doing to-day: making electricity for heat, light and fuel.
There will be No Street Cars in Our Large Cities. All hurry traffic will be below or high above ground when brought within city limits. In most cities it will be confined to broad subways or tunnels, well lighted and well ventilated, or to high trestles with “moving-sidewalk” stairways leading to the top. These underground or overhead streets will teem with capacious automobile passenger coaches and freight wagons, with cushioned wheels. Subways or trestles will be reserved for express trains. Cities, therefore, will be free from all noises.
Photographs will be Telegraphed from any distance. If there be a battle in China a hundred years hence snapshots of its most striking events will be published in the newspapers an hour later. Even to-day photographs are being telegraphed over short distances. Photographs will reproduce all of Nature’s colors.
Trains One Hundred and Fifty Miles an Hour. Trains will run two miles a minute, normally; express trains one hundred and fifty miles an hour. To go from New York to San Francisco will take a day and a night by fast express. There will be cigar-shaped electric locomotives hauling long trains of cars. Cars will, like houses, be artificially cooled. Along the railroads there will be no smoke, no cinders, because coal will neither be carried nor burned. There will be no stops for water. Passengers will travel through hot or dusty country regions with windows down.
Automobiles will be Cheaper than Horses are to-day. Farmers will own automobile hay-wagons, automobile truck-wagons, plows, harrows and hay-rakes. A one-pound motor in one of these vehicles will do the work of a pair of horses or more. Children will ride in automobile sleighs in winter. Automobiles will have been substituted for every horse vehicle now known. There will be, as already exist to-day, automobile hearses, automobile police patrols, automobile ambulances, automobile street sweepers. The horse in harness will be as scarce, if, indeed, not even scarcer, then as the yoked ox is today.
Everybody will Walk Ten Miles. Gymnastics will begin in the nursery, where toys and games will be designed to strengthen the muscles. Exercise will be compulsory in the schools. Every school, college and community will have a complete gymnasium. All cities will have public gymnasiums. A man or woman unable to walk ten miles at a stretch will be regarded as a weakling.
To England in Two Days. Fast electric ships, crossing the ocean at more than a mile a minute, will go from New York to Liverpool in two days. The bodies of these ships will be built above the waves. They will be supported upon runners, somewhat like those of the sleigh. These runners will be very buoyant. Upon their under sides will be apertures expelling jets of air. In this way a film of air will be kept between them and the water’s surface. This film, together with the small surface of the runners, will reduce friction against the waves to the smallest possible degree. Propellers turned by electricity will screw themselves through both the water beneath and the air above. Ships with cabins artificially cooled will be entirely fireproof. In storm they will dive below the water and there await fair weather.
There will be Air-ships, but they will not successfully compete with surface cars and water vessels for passenger or freight traffic. They will be maintained as deadly war-vessels by all military nations. Some will transport men and goods. Others will be used by scientists making observations at great heights above the earth.
Aerial War-Ships and Forts on Wheels. Giant guns will shoot twenty-five miles or more, and will hurl anywhere within such a radius shells exploding and destroying whole cities. Such guns will be aimed by aid of compasses when used on land or sea, and telescopes when directed from great heights. Fleets of air-ships, hiding themselves with dense, smoky mists, thrown off by themselves as they move, will float over cities, fortifications, camps or fleets. They will surprise foes below by hurling upon them deadly thunderbolts. These aerial war-ships will necessitate bomb-proof forts, protected by great steel plates over their tops as well as at their sides. Huge forts on wheels will dash across open spaces at the speed of express trains of to-day. They will make what are now known as cavalry charges. Great automobile plows will dig deep intrenchments as fast as soldiers can occupy them. Rifles will use silent cartridges. Submarine boats submerged for days will be capable of wiping a whole navy off the face of the deep. Balloons and flying machines will carry telescopes of one-hundred-mile vision with camera attachments, photographing an enemy within that radius. These photographs, as distinct and large as if taken from across the street, will be lowered to the commanding officer in charge of troops below.
There will be No Wild Animals except in menageries. Rats and mice will have been exterminated. The horse will have become practically extinct. A few of high breed will be kept by the rich for racing, hunting and exercise. The automobile will have driven out the horse. Cattle and sheep will have no horns. They will be unable to run faster than the fattened hog of to-day. A century ago the wild hog could outrun a horse. Food animals will be bred to expend practically all of their life energy in producing meat, milk, wool and other by-products. Horns, bones, muscles and lungs will have been neglected.
Man will See Around the World. Persons and things of all kinds will be brought within focus of cameras connected electrically with screens at opposite ends of circuits, thousands of miles at a span. American audiences in their theatres will view upon huge curtains before them the coronations of kings in Europe or the progress of battles in the Orient. The instrument bringing these distant scenes to the very doors of people will be connected with a giant telephone apparatus transmitting each incidental sound in its appropriate place. Thus the guns of a distant battle will be heard to boom when seen to blaze, and thus the lips of a remote actor or singer will be heard to utter words or music when seen to move.
Telephones Around the World. Wireless telephone and telegraph circuits will span the world. A husband in the middle of the Atlantic will be able to converse with his wife sitting in her boudoir in Chicago. We will be able to telephone to China quite as readily as we now talk from New York to Brooklyn. By an automatic signal they will connect with any circuit in their locality without the intervention of a “hello girl”.
Grand Opera will be Telephoned to private homes, and will sound as harmonious as though enjoyed from a theatre box. Automatic instruments reproducing original airs exactly will bring the best music to the families of the untalented. Great musicians gathered in one enclosure in New York will, by manipulating electric keys, produce at the same time music from instruments arranged in theatres or halls in San Francisco or New Orleans, for instance. Thus will great bands and orchestras give long-distance concerts. In great cities there will be public opera-houses whose singers and musicians are paid from funds endowed by philanthropists and by the government. The piano will be capable of changing its tone from cheerful to sad. Many devices will add to the emotional effect of music.
How Children will be Taught. A university education will be free to every man and woman. Several great national universities will have been established. Children will study a simple English grammar adapted to simplified English, and not copied after the Latin. Time will be saved by grouping like studies. Poor students will be given free board, free clothing and free books if ambitious and actually unable to meet their school and college expenses. Medical inspectors regularly visiting the public schools will furnish poor children free eyeglasses, free dentistry and free medical attention of every kind. The very poor will, when necessary, get free rides to and from school and free lunches between sessions. In vacation time poor children will be taken on trips to various parts of the world. Etiquette and housekeeping will be important studies in the public schools.
Store Purchases by Tube. Pneumatic tubes, instead of store wagons, will deliver packages and bundles. These tubes will collect, deliver and transport mail over certain distances, perhaps for hundreds of miles. They will at first connect with the private houses of the wealthy; then with all homes. Great business establishments will extend them to stations, similar to our branch post-offices of to-day, whence fast automobile vehicles will distribute purchases from house to house.
Vegetables Grown by Electricity. Winter will be turned into summer and night into day by the farmer. In cold weather he will place heat-conducting electric wires under the soil of his garden and thus warm his growing plants. He will also grow large gardens under glass. At night his vegetables will be bathed in powerful electric light, serving, like sunlight, to hasten their growth. Electric currents applied to the soil will make valuable plants grow larger and faster, and will kill troublesome weeds. Rays of colored light will hasten the growth of many plants. Electricity applied to garden seeds will make them sprout and develop unusually early.
Oranges will Grow in Philadelphia. Fast-flying refrigerators on land and sea will bring delicious fruits from the tropics and southern temperate zone within a few days. The farmers of South America, South Africa, Australia and the South Sea Islands, whose seasons are directly opposite to ours, will thus supply us in winter with fresh summer foods, which cannot be grown here. Scientists will have discovered how to raise here many fruits now confined to much hotter or colder climates. Delicious oranges will be grown in the suburbs of Philadelphia. Cantaloups and other summer fruits will be of such a hardy nature that they can be stored through the winter as potatoes are now.
Strawberries as Large as Apples will be eaten by our great-great-grandchildren for their Christmas dinners a hundred years hence. Raspberries and blackberries will be as large. One will suffice for the fruit course of each person. Strawberries and cranberries will be grown upon tall bushes. Cranberries, gooseberries and currants will be as large as oranges. One cantaloup will supply an entire family. Melons, cherries, grapes, plums, apples, pears, peaches and all berries will be seedless. Figs will be cultivated over the entire United States.
Peas as Large as Beets. Peas and beans will be as large as beets are to-day. Sugar cane will produce twice as much sugar as the sugar beet now does. Cane will once more be the chief source of our sugar supply. The milkweed will have been developed into a rubber plant. Cheap native rubber will be harvested by machinery all over this country. Plants will be made proof against disease microbes just as readily as man is to-day against smallpox. The soil will be kept enriched by plants which take their nutrition from the air and give fertility to the earth.
Black, Blue and Green Roses. Roses will be as large as cabbage heads. Violets will grow to the size of orchids. A pansy will be as large in diameter as a sunflower. A century ago the pansy measured but half an inch across its face. There will be black, blue and green roses. It will be possible to grow any flower in any color and to transfer the perfume of a scented flower to another which is odorless. Then may the pansy be given the perfume of the violet.
Few Drugs will be Swallowed or taken into the stomach unless needed for the direct treatment of that organ itself. Drugs needed by the lungs, for instance, will be applied directly to those organs through the skin and flesh. They will be carried with the electric current applied without pain to the outside skin of the body. Microscopes will lay bare the vital organs, through the living flesh, of men and animals. The living body will to all medical purposes be transparent. Not only will it be possible for a physician to actually see a living, throbbing heart inside the chest, but he will be able to magnify and photograph any part of it. This work will be done with rays of invisible light.
(Original title: What May Happen in the Next Hundred Years)
These prophecies will seem strange, almost impossible. Yet, they have come from the most learned and conservative minds in America. To the wisest and most careful men in our greatest institutions of science and learning I have gone, asking each in his turn to forecast for me what, in his opinion, will have been wrought in his own field of investigation before the dawn of 2001 —a century from now. These opinions I have carefully transcribed.
Five Hundred Million People. There will probably be from 350,000,000 to 500,000,000 people in America and its possessions by the lapse of another century. Nicaragua will ask for admission to our Union after the completion of the great canal. Mexico will be next. Europe, seeking more territory to the south of us, will cause many of the South and Central American republics to be voted into the Union by their own people.
The American will be Taller by from one to two inches. His increase of stature will result from better health, due to vast reforms in medicine, sanitation, food and athletics. He will live fifty years instead of thirty-five as at present —for he will reside in the suburbs. The city house will practically be no more. Building in blocks will be illegal. The trip from suburban home to office will require a few minutes only. A penny will pay the fare.
There will be No C, X or Q in our every-day alphabet. They will be abandoned because unnecessary. Spelling by sound will have been adopted, first by the newspapers. English will be a language of condensed words expressing condensed ideas, and will be more extensively spoken than any other. Russian will rank second.
Hot and Cold Air from Spigots. Hot or cold air will be turned on from spigots to regulate the temperature of a house as we now turn on hot or cold water from spigots to regulate the temperature of the bath. Central plants will supply this cool air and heat to city houses in the same way as now our gas or electricity is furnished. Rising early to build the furnace fire will be a task of the olden times. Homes will have no chimneys, because no smoke will be created within their walls.
No Mosquitoes nor Flies. Insect screens will be unnecessary. Mosquitoes, house-flies and roaches will have been practically exterminated. Boards of health will have destroyed all mosquito haunts and breeding-grounds, drained all stagnant pools, filled in all swamp-lands, and chemically treated all still-water streams. The extermination of the horse and its stable will reduce the house-fly.
Ready-Cooked Meals will be Bought from establishments similar to our bakeries of to-day. They will purchase materials in tremendous wholesale quantities and sell the cooked foods at a price much lower than the cost of individual cooking. Food will be served hot or cold to private houses in pneumatic tubes or automobile wagons. The meal being over, the dishes used will be packed and returned to the cooking establishments where they will be washed. Such wholesale cookery will be done in electric laboratories rather than in kitchens. These laboratories will be equipped with electric stoves, and all sorts of electric devices, such as coffee-grinders, egg-beaters, stirrers, shakers, parers, meat-choppers, meat-saws, potato-mashers, lemon-squeezers, dish-washers, dish-dryers and the like. All such utensils will be washed in chemicals fatal to disease microbes. Having one’s own cook and purchasing one’s own food will be an extravagance.
No Foods will be Exposed. Storekeepers who expose food to air breathed out by patrons or to the atmosphere of the busy streets will be arrested with those who sell stale or adulterated produce. Liquid-air refrigerators will keep great quantities of food fresh for long intervals.
Coal will Not be Used for Heating or Cooking. It will be scarce, but not entirely exhausted. The earth’s hard coal will last until the year 2050 or 2100; its soft-coal mines until 2200 or 2300. Meanwhile both kinds of coal will have become more and more expensive. Man will have found electricity manufactured by water-power to be much cheaper. Every river or creek with any suitable fall will be equipped with water-motors, turning dynamos, making electricity. Along the seacoast will be numerous reservoirs continually filled by waves and tides washing in. Out of these the water will be constantly falling over revolving wheels. All of our restless waters, fresh and salt, will thus be harnessed to do the work which Niagara is doing to-day: making electricity for heat, light and fuel.
There will be No Street Cars in Our Large Cities. All hurry traffic will be below or high above ground when brought within city limits. In most cities it will be confined to broad subways or tunnels, well lighted and well ventilated, or to high trestles with “moving-sidewalk” stairways leading to the top. These underground or overhead streets will teem with capacious automobile passenger coaches and freight wagons, with cushioned wheels. Subways or trestles will be reserved for express trains. Cities, therefore, will be free from all noises.
Photographs will be Telegraphed from any distance. If there be a battle in China a hundred years hence snapshots of its most striking events will be published in the newspapers an hour later. Even to-day photographs are being telegraphed over short distances. Photographs will reproduce all of Nature’s colors.
Trains One Hundred and Fifty Miles an Hour. Trains will run two miles a minute, normally; express trains one hundred and fifty miles an hour. To go from New York to San Francisco will take a day and a night by fast express. There will be cigar-shaped electric locomotives hauling long trains of cars. Cars will, like houses, be artificially cooled. Along the railroads there will be no smoke, no cinders, because coal will neither be carried nor burned. There will be no stops for water. Passengers will travel through hot or dusty country regions with windows down.
Automobiles will be Cheaper than Horses are to-day. Farmers will own automobile hay-wagons, automobile truck-wagons, plows, harrows and hay-rakes. A one-pound motor in one of these vehicles will do the work of a pair of horses or more. Children will ride in automobile sleighs in winter. Automobiles will have been substituted for every horse vehicle now known. There will be, as already exist to-day, automobile hearses, automobile police patrols, automobile ambulances, automobile street sweepers. The horse in harness will be as scarce, if, indeed, not even scarcer, then as the yoked ox is today.
Everybody will Walk Ten Miles. Gymnastics will begin in the nursery, where toys and games will be designed to strengthen the muscles. Exercise will be compulsory in the schools. Every school, college and community will have a complete gymnasium. All cities will have public gymnasiums. A man or woman unable to walk ten miles at a stretch will be regarded as a weakling.
To England in Two Days. Fast electric ships, crossing the ocean at more than a mile a minute, will go from New York to Liverpool in two days. The bodies of these ships will be built above the waves. They will be supported upon runners, somewhat like those of the sleigh. These runners will be very buoyant. Upon their under sides will be apertures expelling jets of air. In this way a film of air will be kept between them and the water’s surface. This film, together with the small surface of the runners, will reduce friction against the waves to the smallest possible degree. Propellers turned by electricity will screw themselves through both the water beneath and the air above. Ships with cabins artificially cooled will be entirely fireproof. In storm they will dive below the water and there await fair weather.
There will be Air-ships, but they will not successfully compete with surface cars and water vessels for passenger or freight traffic. They will be maintained as deadly war-vessels by all military nations. Some will transport men and goods. Others will be used by scientists making observations at great heights above the earth.
Aerial War-Ships and Forts on Wheels. Giant guns will shoot twenty-five miles or more, and will hurl anywhere within such a radius shells exploding and destroying whole cities. Such guns will be aimed by aid of compasses when used on land or sea, and telescopes when directed from great heights. Fleets of air-ships, hiding themselves with dense, smoky mists, thrown off by themselves as they move, will float over cities, fortifications, camps or fleets. They will surprise foes below by hurling upon them deadly thunderbolts. These aerial war-ships will necessitate bomb-proof forts, protected by great steel plates over their tops as well as at their sides. Huge forts on wheels will dash across open spaces at the speed of express trains of to-day. They will make what are now known as cavalry charges. Great automobile plows will dig deep intrenchments as fast as soldiers can occupy them. Rifles will use silent cartridges. Submarine boats submerged for days will be capable of wiping a whole navy off the face of the deep. Balloons and flying machines will carry telescopes of one-hundred-mile vision with camera attachments, photographing an enemy within that radius. These photographs, as distinct and large as if taken from across the street, will be lowered to the commanding officer in charge of troops below.
There will be No Wild Animals except in menageries. Rats and mice will have been exterminated. The horse will have become practically extinct. A few of high breed will be kept by the rich for racing, hunting and exercise. The automobile will have driven out the horse. Cattle and sheep will have no horns. They will be unable to run faster than the fattened hog of to-day. A century ago the wild hog could outrun a horse. Food animals will be bred to expend practically all of their life energy in producing meat, milk, wool and other by-products. Horns, bones, muscles and lungs will have been neglected.
Man will See Around the World. Persons and things of all kinds will be brought within focus of cameras connected electrically with screens at opposite ends of circuits, thousands of miles at a span. American audiences in their theatres will view upon huge curtains before them the coronations of kings in Europe or the progress of battles in the Orient. The instrument bringing these distant scenes to the very doors of people will be connected with a giant telephone apparatus transmitting each incidental sound in its appropriate place. Thus the guns of a distant battle will be heard to boom when seen to blaze, and thus the lips of a remote actor or singer will be heard to utter words or music when seen to move.
Telephones Around the World. Wireless telephone and telegraph circuits will span the world. A husband in the middle of the Atlantic will be able to converse with his wife sitting in her boudoir in Chicago. We will be able to telephone to China quite as readily as we now talk from New York to Brooklyn. By an automatic signal they will connect with any circuit in their locality without the intervention of a “hello girl”.
Grand Opera will be Telephoned to private homes, and will sound as harmonious as though enjoyed from a theatre box. Automatic instruments reproducing original airs exactly will bring the best music to the families of the untalented. Great musicians gathered in one enclosure in New York will, by manipulating electric keys, produce at the same time music from instruments arranged in theatres or halls in San Francisco or New Orleans, for instance. Thus will great bands and orchestras give long-distance concerts. In great cities there will be public opera-houses whose singers and musicians are paid from funds endowed by philanthropists and by the government. The piano will be capable of changing its tone from cheerful to sad. Many devices will add to the emotional effect of music.
How Children will be Taught. A university education will be free to every man and woman. Several great national universities will have been established. Children will study a simple English grammar adapted to simplified English, and not copied after the Latin. Time will be saved by grouping like studies. Poor students will be given free board, free clothing and free books if ambitious and actually unable to meet their school and college expenses. Medical inspectors regularly visiting the public schools will furnish poor children free eyeglasses, free dentistry and free medical attention of every kind. The very poor will, when necessary, get free rides to and from school and free lunches between sessions. In vacation time poor children will be taken on trips to various parts of the world. Etiquette and housekeeping will be important studies in the public schools.
Store Purchases by Tube. Pneumatic tubes, instead of store wagons, will deliver packages and bundles. These tubes will collect, deliver and transport mail over certain distances, perhaps for hundreds of miles. They will at first connect with the private houses of the wealthy; then with all homes. Great business establishments will extend them to stations, similar to our branch post-offices of to-day, whence fast automobile vehicles will distribute purchases from house to house.
Vegetables Grown by Electricity. Winter will be turned into summer and night into day by the farmer. In cold weather he will place heat-conducting electric wires under the soil of his garden and thus warm his growing plants. He will also grow large gardens under glass. At night his vegetables will be bathed in powerful electric light, serving, like sunlight, to hasten their growth. Electric currents applied to the soil will make valuable plants grow larger and faster, and will kill troublesome weeds. Rays of colored light will hasten the growth of many plants. Electricity applied to garden seeds will make them sprout and develop unusually early.
Oranges will Grow in Philadelphia. Fast-flying refrigerators on land and sea will bring delicious fruits from the tropics and southern temperate zone within a few days. The farmers of South America, South Africa, Australia and the South Sea Islands, whose seasons are directly opposite to ours, will thus supply us in winter with fresh summer foods, which cannot be grown here. Scientists will have discovered how to raise here many fruits now confined to much hotter or colder climates. Delicious oranges will be grown in the suburbs of Philadelphia. Cantaloups and other summer fruits will be of such a hardy nature that they can be stored through the winter as potatoes are now.
Strawberries as Large as Apples will be eaten by our great-great-grandchildren for their Christmas dinners a hundred years hence. Raspberries and blackberries will be as large. One will suffice for the fruit course of each person. Strawberries and cranberries will be grown upon tall bushes. Cranberries, gooseberries and currants will be as large as oranges. One cantaloup will supply an entire family. Melons, cherries, grapes, plums, apples, pears, peaches and all berries will be seedless. Figs will be cultivated over the entire United States.
Peas as Large as Beets. Peas and beans will be as large as beets are to-day. Sugar cane will produce twice as much sugar as the sugar beet now does. Cane will once more be the chief source of our sugar supply. The milkweed will have been developed into a rubber plant. Cheap native rubber will be harvested by machinery all over this country. Plants will be made proof against disease microbes just as readily as man is to-day against smallpox. The soil will be kept enriched by plants which take their nutrition from the air and give fertility to the earth.
Black, Blue and Green Roses. Roses will be as large as cabbage heads. Violets will grow to the size of orchids. A pansy will be as large in diameter as a sunflower. A century ago the pansy measured but half an inch across its face. There will be black, blue and green roses. It will be possible to grow any flower in any color and to transfer the perfume of a scented flower to another which is odorless. Then may the pansy be given the perfume of the violet.
Few Drugs will be Swallowed or taken into the stomach unless needed for the direct treatment of that organ itself. Drugs needed by the lungs, for instance, will be applied directly to those organs through the skin and flesh. They will be carried with the electric current applied without pain to the outside skin of the body. Microscopes will lay bare the vital organs, through the living flesh, of men and animals. The living body will to all medical purposes be transparent. Not only will it be possible for a physician to actually see a living, throbbing heart inside the chest, but he will be able to magnify and photograph any part of it. This work will be done with rays of invisible light.
Estas profecías sonarán extrañas, casi imposibles. Sin embargo, provienen de las mentes más ilustradas y conservadoras de los Estados Unidos. A los hombres más sabios y prudentes en nuestros mejores institutos de investigación y educación he acudido, para solicitarles una predicción de lo que creían que se forjaría en su área de estudio antes de los albores de 2001 —dentro de un siglo—. Son esas opiniones las que, con minuciosidad, he transcrito.
Quinientos millones de personas. Es probable que, en un siglo, haya entre 350 000 000 y 500 000 000 personas en Estados Unidos y sus territorios. Nicaragua solicitará ser admitida en nuestra unión luego de que se complete el gran canal. Le seguirá México. Europa, en su afán por obtener más territorio al sur de nuestro país, llevará a que los pueblos de varias repúblicas de América del Sur y Central voten para incorporarse a la unión.
Los estadounidenses serán entre una y dos pulgadas más altos. Ese crecimiento obedecerá a un mejor estado de salud, gracias a reformas significativas en medicina, saneamiento, alimentación y deportes. Vivirán cincuenta años en lugar de treinta y cinco como en la actualidad, dado que residirán en los suburbios. La vivienda urbana prácticamente desaparecerá. Construir con bloques de cemento será ilegal. El trayecto desde las casas en los suburbios hasta las oficinas llevará solo unos minutos. El boleto costará un centavo.
Nuestro alfabeto cotidiano no tendrá C, X ni Q. Las abandonaremos por innecesarias. Adoptaremos una grafía acorde a los sonidos —primero los periódicos—. El inglés será una lengua de palabras condensadas que expresen ideas condensadas y será el idioma más hablado. Le seguirá el ruso.
Aire frío y caliente del grifo. Saldrá aire frío y caliente del grifo para regular la temperatura de las casas, tal como ahora sale agua fría y caliente del grifo para regular la temperatura al bañarnos. Obtendremos el aire frío y caliente para las casas urbanas de plantas centrales, del mismo modo en que ahora recibimos el suministro de gas o electricidad. Levantarse temprano para encender el fuego de la caldera quedará en el pasado. Ya no habrá chimeneas en las casas, pues no habrá humo bajo el techo de ningún hogar.
Ni moscas ni mosquitos. Ya no precisaremos mosquiteros. Los mosquitos, las moscas y las cucarachas estarán al borde del exterminio. Las juntas de salud destruirán todos los criaderos y focos de reproducción de mosquitos, drenarán todas las aguas estancadas, rellenarán las tierras pantanosas y aplicarán tratamientos químicos en todos los arroyos que no fluyen. El exterminio de los caballos y los establos reducirá la cantidad de moscas.
Se podrá comprar comida hecha en tiendas similares a las panaderías de hoy en día. Las tiendas comprarán la materia prima en enormes cantidades al por mayor y venderán los platos hechos mucho más baratos que lo que le cuesta cocinarlos a una persona. Se enviará la comida fría o caliente a los hogares dentro de tubos neumáticos o en vagones autopropulsados. Al terminar de comer, se juntarán los platos usados y se devolverán a las tiendas para lavarlos. Esta preparación de alimentos al por mayor se desarrollará en laboratorios eléctricos y no en cocinas. Tales laboratorios contarán con estufas eléctricas y todo tipo de dispositivos eléctricos, como molinillos de café, batidoras de huevos, licuadoras, mondadores, picadoras de carne, sierras para carne, pisapapas, exprimidores de limones, lavaplatos, secaplatos y demás. Todos estos utensilios se lavarán en químicos letales para los microbios que transmiten enfermedades. Cocinar y comprar nuestra propia comida será un lujo.
La comida no estará al descubierto. Los comerciantes que expongan los alimentos al aire que exhalan los clientes o al ambiente de las concurridas calles serán arrestados, junto con quienes vendan productos agrícolas rancios o adulterados. Refrigeradores de aire líquido preservarán grandes cantidades de alimentos frescos por largos períodos.
Dejaremos de usar carbón para calentar y cocinar. Será escaso, pero no lo agotaremos del todo. Habrá antracita en la tierra hasta el 2050 o el 2100; habrá minas de hulla hasta el 2200 o el 2300. Para ese entonces, ambos tipos de carbones se habrán encarecido demasiado. Se descubrirá que la electricidad producida a partir de la energía hidráulica es mucho más barata. Todos los ríos y arroyos que tengan suficiente elevación estarán equipados con motores de agua y dínamos para generar electricidad. A lo largo de la costa, habrá varios embalses que se llenen de manera constante con las olas y las corrientes. El agua luego caerá de forma continua sobre ruedas giratorias. Por lo tanto, aprovecharemos todas las aguas en movimiento, tanto dulces como saladas, para el trabajo que se hace hoy en día en el Niágara: generar electricidad para obtener calor, luz y propulsión.
No habrá tranvías en las grandes ciudades. Todos los sistemas de tránsito rápido dentro de los límites de las ciudades estarán bajo tierra o por encima del nivel del suelo. En la mayoría de las ciudades, se reducirán a túneles o pasajes subterráneos amplios, bien iluminados y bien ventilados, o caballetes altos con «aceras móviles» a modo de escaleras ascendentes. Estas calles subterráneas o elevadas estarán repletas de vagones de pasajeros y carga con ruedas amortiguadoras. Los pasajes subterráneos o los caballetes se destinarán solo a los trenes expresos. De este modo, las ciudades estarán libres de ruido.
Las fotografías se enviarán por telegrama desde cualquier lugar. Si de aquí a cien años hubiere una batalla en China, los periódicos publicarán imágenes de los hechos más sorprendentes una hora después de que sucedan. Incluso hoy en día las fotografías se envían por telégrafo a distancias cortas. Las fotografías reproducirán todos los colores de la naturaleza.
Trenes de ciento cincuenta millas por hora. Por lo general, los trenes andarán a dos millas por minuto; los expresos, a ciento cincuenta millas por hora. Se podrá ir de Nueva York a San Francisco en un día y una noche en expreso de alta velocidad. Habrá locomotoras eléctricas con forma de cigarro que arrastren largos vagones. Al igual que las casas, los vagones tendrán sistemas de refrigeración artificial. No habrá humo ni cenizas en las vías férreas, dado que no se transportará ni quemará carbón. No habrá paradas para recargar agua. Los pasajeros atravesarán áreas rurales calurosas o polvorientas con las ventanas abajo.
Los automóviles serán más baratos que lo que cuesta un caballo hoy en día. Los granjeros tendrán automóviles de heno, remolques, arados, gradas y rastrillos de heno motorizados. Cada uno de estos vehículos tendrá un motor de una libra que hará el trabajo de dos caballos o más. En invierno, los niños andarán en trineos motorizados. Todos los medios de transporte a caballo que conocemos se habrán sustituido por motores. Existirán, como ya vemos hoy en día, coches fúnebres motorizados, vehículos policiales motorizados, ambulancias motorizadas y barredoras viales motorizadas. El uso de arneses en equinos será tan poco frecuente como las yuntas de bueyes en la actualidad —o incluso menos—.
Todos caminarán diez millas. Se comenzará con la actividad física en el jardín de infantes, donde los juguetes y los juegos estarán diseñados para fortalecer los músculos. En la escuela, será obligatorio hacer ejercicio. Cada escuela, universidad e institución comunitaria tendrá un gimnasio completo. Todas las ciudades tendrán gimnasios públicos. Los hombres y mujeres que no puedan caminar diez millas seguidas serán considerados enclenques.
A Inglaterra en dos días. Barcos eléctricos rápidos cruzarán el océano a más de una milla por minuto y llegarán de Nueva York a Liverpool en dos días. El casco de los barcos irá por encima de las olas. Tendrán soportes de patines, parecidos a los de los trineos. Estos patines tendrán una alta flotabilidad. En las secciones inferiores habrá aberturas que expulsen chorros de aire. De este modo, se creará una película de aire entre los patines y la superficie del agua. La película, junto con la pequeña superficie de los patines, reducirá la fricción con las olas al mínimo. Habrá hélices eléctricas girando de forma automática en el aire y debajo del agua. Los barcos con camarotes refrigerados de forma artificial serán totalmente ignífugos. Cuando haya tormentas, los barcos se sumergirán y esperarán bajo el mar a que el tiempo mejore.
Habrá aeronaves, pero no podrán competir con los vehículos terrestres o marinos para el transporte de pasajeros o de carga. Todas las naciones militarizadas las mantendrán como letales naves de guerra. Algunas aeronaves transportarán personas y bienes. También serán utilizadas por científicos para hacer observaciones desde grandes alturas.
Aeronaves militares y fuertes sobre ruedas. Cañones gigantes dispararán a veinticinco millas o más y proyectiles que exploten y destruyan ciudades enteras alcanzarán todo lo que se encuentre dentro de ese radio. Se utilizarán brújulas para apuntar los cañones si se van a usar en mar o tierra, y telescopios si se van a disparar desde grandes alturas. Habrá flotas de aeronaves escondidas tras nieblas densas y humeantes que se dispersarán con el movimiento, mientras las naves avanzan sobre ciudades, fortificaciones, campamentos y otras flotas. Sorprenderán al enemigo lanzándoles rayos letales desde los cielos. Las aeronaves militares precisarán fuertes a prueba de bombas, con una protección de grandes placas de acero por encima y por los costados. Habrá enormes fuertes sobre ruedas que se deslicen en espacios abiertos a la velocidad de los trenes expresos de hoy en día. Harán lo que hoy conocemos como cargas de caballería. Arados motorizados gigantes cavarán trincheras profundas tan rápido como los soldados puedan esconderse. Los rifles tendrán cartuchos silenciosos. Los submarinos podrán estar días bajo el agua y eliminar una flota naval entera del fondo del mar. Los globos aerostáticos y las máquinas voladoras tendrán telescopios con un alcance de cien millas, con cámaras incorporadas para fotografiar al enemigo en ese radio. Las fotografías tendrán un nivel de detalle y un tamaño como si se hubieran tomado desde la acera de enfrente y se enviarán al comandante a cargo de las tropas en tierra firme.
Solo habrá animales salvajes en los zoológicos. Las ratas y los ratones habrán sido exterminados. Los caballos estarán al borde de la extinción. Los ricos mantendrán algunos ejemplares de las mejores razas para carreras, caza y ejercicio. Los automóviles expulsarán a los caballos. El ganado vacuno y el ovino no tendrán cuernos. No podrán correr más rápido que los cerdos de engorde de hoy en día. Hace un siglo, los jabalíes podían correr más rápido que los caballos. Los animales destinados a la alimentación se criarán para que dediquen prácticamente toda su energía vital a la producción de carne, leche, lana y otros derivados. Los cuernos, huesos, músculos y pulmones se desecharán.
El hombre podrá ver alrededor del mundo. Personas y objetos de todo tipo se verán en la lente de cámaras conectadas por electricidad con pantallas en ambos extremos de los circuitos, a distancias de miles de millas. En Estados Unidos, los espectadores podrán ver las coronaciones de los reyes europeos o las novedades de las batallas en Oriente sobre cortinas enormes en salas de teatro. El instrumento que traiga estas escenas remotas a los hogares estará conectado con un aparato telefónico gigante que transmita cada sonido en el momento correspondiente. Por lo tanto, se escuchará el estruendo de los cañones de una batalla lejana cuando se vean las ráfagas de disparos, del mismo modo que se escuchará a un actor o músico hablando o cantando a la distancia en el momento en que mueva los labios.
Teléfonos alrededor del mundo. Teléfonos inalámbricos y circuitos de telégrafo se desplegarán alrededor del mundo. Un marido en la mitad del Atlántico podrá hablar con su esposa sentada en su boudoir en Chicago. Podremos llamar por teléfono a China tan rápido como hoy nos comunicamos de Nueva York a Brooklyn. Se podrá conectar cualquier circuito dentro de una misma localidad con tan solo una señal automática, sin que intervenga una chica del «¿Sí, dígame?».
El grand opéra llegará a los hogares por teléfono y sonará tan armonioso como si se escuchara desde el palco de un teatro. Instrumentos automáticos reproducirán los sonidos originales con exactitud para enviarles la mejor música a las familias que carecen de talento. Grandes músicos reunidos en un recinto de Nueva York producirán, mediante teclados eléctricos, la música que al mismo tiempo saldrá de instrumentos en teatros o salas de, por ejemplo, San Francisco o Nueva Orleans. Entonces, bandas y orquestas de gran nivel darán conciertos de larga distancia. En las grandes ciudades, habrá óperas públicas con cantantes y músicos pagos por fondos dotados por filántropos y el gobierno. El piano podrá pasar de un tono alegre a uno triste. Diversos artefactos potenciarán los efectos emocionales en la música.
Cómo educar a los niños. La educación universitaria será gratuita para todos los hombres y mujeres. Se fundarán muchas universidades nacionales de renombre. Los niños estudiarán una gramática simple del inglés, adaptada al inglés simplificado y no copiada del latín. Se ahorrará tiempo agrupando áreas de estudio similares. Los estudiantes pobres recibirán comida, alojamiento, ropa y libros gratuitos si demuestran ambición y de verdad les es imposible afrontar los gastos de la escuela y la universidad. Inspectores médicos visitarán las escuelas públicas con cierta frecuencia y proveerán gafas, cuidado dental y atención médica de todo tipo, libres de costo, para los niños pobres. De ser necesario, aquellos niños en situaciones de mayor pobreza tendrán transporte gratis para ir a clase y volver, así como almuerzos sin costo en el horario escolar. Los niños pobres irán de vacaciones a distintas partes del mundo. Las clases de etiqueta y labores domésticas serán estudios importantes en las escuelas públicas.
Compras en tiendas a través de tubos. En lugar de usar carros, se enviarán los paquetes y los bultos por tubos neumáticos. Los tubos recolectarán, enviarán y transportarán el correo a través de determinadas distancias, quizás cientos de millas. Primero se conectarán con los hogares de los más adinerados y luego con los demás. Grandes establecimientos comerciales los extenderán hasta las estaciones, de forma similar a las oficinas postales de hoy en día; desde las oficinas saldrán automóviles rápidos para distribuir las compras casa por casa.
Vegetales cultivados con electricidad. Los granjeros transformarán el invierno en verano y la noche en día. En las épocas frías, colocarán cables eléctricos conductores de calor bajo la tierra de su huerta y, de este modo, calentarán las plantas. También cultivarán grandes huertas dentro de espacios vidriados. Una poderosa luz eléctrica cubrirá los vegetales de noche, lo que acelerará su crecimiento como lo haría la luz solar. Las corrientes eléctricas aplicadas al suelo harán que las plantas valiosas crezcan más y más rápido, al tiempo que se desharán de las malas hierbas. Rayos de luz de colores acelerarán el crecimiento de diversas plantas. Las semillas de la huerta brotarán y se desarrollarán mucho antes de lo previsto con la aplicación de electricidad.
Crecerán naranjas en Filadelfia. Habrá refrigeradores rápidos viajando por mar y tierra para traer frutas deliciosas de los trópicos y las zonas templadas del sur en tan solo unos días. Los granjeros de América del Sur, Sudáfrica, Australia y las islas de los mares del Sur, donde las estaciones son las opuestas a las nuestras, en invierno nos proveerán de alimentos de verano frescos que no podemos cultivar aquí. Los científicos habrán descubierto cómo cultivar aquí muchas frutas que hoy solo se encuentran en climas mucho más cálidos o fríos. Se cultivarán deliciosas naranjas en los suburbios de Filadelfia. Los cantalupos y otras frutas de verano serán tan resistentes que se podrán almacenar durante el invierno al igual que almacenamos las papas.
Nuestros tataranietos comerán fresas del tamaño de manzanas en la mesa navideña dentro de cien años. Las frambuesas y las moras también serán así de grandes. Tan solo una será suficiente para completar la porción de fruta de cada persona. Las fresas y los arándanos rojos crecerán en arbustos altos. Los arándanos rojos, las uvas crispas y las grosellas serán grandes como naranjas. De un cantalupo comerá una familia entera. Los melones, las cerezas, las uvas, las ciruelas, las manzanas, las peras, los duraznos y todas las bayas vendrán sin semillas. Se cultivarán higos en todo Estados Unidos.
Arvejas grandes como remolachas. Las arvejas y los frijoles serán grandes como las remolachas hoy en día. La caña de azúcar producirá el doble de azúcar que el que produce la remolacha azucarera en la actualidad. La caña volverá a ser nuestra principal fuente de azúcar. El algodoncillo se habrá desarrollado como una planta para extraer caucho. En todo el país habrá maquinaria cosechando caucho autóctono barato. Podremos hacer que las plantas sean inmunes a los microbios que transmiten enfermedades con la misma facilidad con la que hoy en día se inmuniza al hombre contra la viruela. Plantas nutridas desde el aire enriquecerán el suelo y lo harán fértil.
Rosas negras, azules y verdes. Las rosas serán grandes como repollos. Las violetas alcanzarán el tamaño de las orquídeas. Los pensamientos tendrán el diámetro de un girasol. Hace un siglo, los pensamientos tenían una extensión de tan solo media pulgada. Habrá rosas negras, azules y verdes. Se podrá cultivar cualquier flor de cualquier color y, además, traspasar el aroma de una flor perfumada a una inodora. Así, un pensamiento podrá recibir el perfume de una violeta.
Pocos medicamentos se tragarán o llevarán al estómago, a menos que se requiera un tratamiento directo de ese órgano. Por ejemplo, si el paciente necesita un medicamento para los pulmones, lo recibirá directamente sobre estos órganos a través de la piel y los músculos. Corrientes eléctricas indoloras descargadas sobre la superficie de la piel administrarán estos medicamentos. Los microscopios permitirán ver los órganos vitales de humanos y animales a través de su carne viva. El organismo vivo será transparente a todos los efectos médicos. Los médicos podrán no solo ver un corazón vivo, latiendo en el pecho, sino que también podrán ampliar y fotografiar cualquier parte del órgano. Para lograrlo, utilizarán rayos de luz invisible.
Mariel Kozynski Waserman es licenciada en Traducción Científico-Técnica y en Traducción Literaria Inglés <> Español por la Universidad de Montevideo (Uruguay). Desde 2017, se desempeña como traductora, correctora e intérprete en diversas áreas. Además, es docente de inglés y español y trabaja en una escuela secundaria en tareas auxiliares. En 2023, participó en la VIII Escuela de Otoño de Traducción Literaria «Lucila Cordone», del IES en Lenguas Vivas «J. R. Fernández» de Buenos Aires (Argentina). Ese mismo año integró el equipo de traductores del catálogo digital bilingüe Argentina Key Titles. En la actualidad, cursa la Especialización en Enseñanza del Español como Lengua Segunda y Extranjera de la Universidad de Buenos Aires (Argentina). Desde que tiene memoria, vive maravillada por las palabras.