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La mano que las imitó: dos nuevas traducciones de “Ozymandias”

por Juan Manuel Esquivel, poema de Percy B. Shelley

Ensayo y traducción del inglés por Juan Manuel Esquivel
Poema original de Percy B. Shelley
Edición por Maritza García
Imagen: «The Young Memnon» de Natalie Watson

No cabe duda: la poesía siempre está inédita [1]. Apenas en octubre pasado, leí por primera vez “Ozymandias”, el conocido soneto de Percy B. Shelley, poeta romántico inglés. Lo leí en su lengua original y quedé fascinado, como supongo le ocurriría a cualquier alma sensible. Desde luego me sentí tentado a traducirlo, pero no. Durante semanas lo escuchaba, igualmente en inglés y en las distintas versiones disponibles en YouTube. Meses más tarde, supe que era el momento. Me alegré de haber evitado a toda costa leer cualquier traducción: lo intentaría desde cero, ya después podría cotejar.

Lo primero fue plantearme cómo traducir una forma poética cerrada. El traductor de poesía tiene tres caminos: la prosa, el verso libre y el verso medido [2]. Opté por los dos últimos. La primera traducción es en verso libre, es un intento por apegarme al sentido, pero respetando la poesía; siguiendo a Ricouer [3], imaginé el contenido del poema como un líquido que puede vaciarse en otra forma. Dada la densidad léxica del español, los versos resultaron más largos, algunos rayan el versículo; todo para que casi nada se perdiera en la mudanza… La segunda traducción es más arriesgada. Sabía que los catorce versos podían ser de la misma medida y así ofrecerle al lector un soneto. Ciertamente, el endecasílabo es empleado tradicionalmente para traducir el pentámetro yámbico, sin embargo, después de probar distintos metros, elegí el tridecasílabo. Tal vez algunos de mis versos tengan una sílaba de más o de menos, es posible: el cómputo silábico siempre depende del lector.

En cualquier caso, las sílabas extra me permitieron respetar tanto la forma como el sentido, y lo más importante: la poesía, aun cuando traducir un poema ciñéndose a un metro obliga a alterar partes del texto fuente, tanto a suprimir como a adicionar. Hay que decirlo: los textos no son sagrados. A propósito: opté por el verso blanco porque evita los entuertos de la rima, que a veces hacen del poema una caricatura; además, le permite a la lengua de llegada mostrar de manera natural su propia música [4]. En cuanto a decisiones léxicas, procuré documentarme: el inglés de Shelley parece escrito hoy, pero tiene más de doscientos años [5].

Por último, nuestro autor escribió “Ozymandias” motivado, como casi toda Europa, por los tesoros arqueológicos descubiertos durante la campaña napoleónica en Egipto [6]. Propongo este poema porque al hablarnos del pasado, paradójicamente nos habla del futuro; en especial, del inexorable destino de todo imperio.

Ozymandias (Traducción 1 – Verso libre)

Conocí a un viajero de una tierra antigua,
quien dijo: “Dos piernas de piedra, enormes y sin torso
se alzan en el desierto… Cerca de ellas, sobre la arena,
casi cubierto, yace un rostro en pedazos, cuyo ceño
y labio fruncido y gesto de cruel mando
dicen que el escultor esas pasiones bien leyó
las cuales aún perviven, estampadas en estas cosas inertes,
la mano que las imitó y el corazón que les dio vida;
y en el pedestal, estas palabras se leen:
¡Mi nombre es Ozymandias, Rey de Reyes,
mirad mis Obras, Poderosos, y resignaos!
Nada queda alrededor. En torno de la decadencia
de esa colosal Ruina, inmensas y desnudas,
las llanas y solitarias arenas se extienden en la lejanía”.

Ozymandias (Traducción 2 – Verso medido)

Un viajero de una tierra antigua me dijo:
“Dos enormes piernas sin torso y de piedra
se alzan en el desierto… Cerca, en pedazos,
yace un rostro entre la arena, cuyo ceño
fruncido y gesto de cruel mando dan cuenta
que el escultor esas pasiones bien leyó,
en estas cosas inertes aún perviven
la mano que las imitó y el corazón
que les dio vida; y en el pedestal se lee:
¡Yo soy Ozymandias, Rey de todos los Reyes,
mirad mis Obras, Poderosos, y resignaos!
Nada queda alrededor. En torno a esa Ruina
colosal, la llana y solitaria arena,
inmensa y desnuda, se extiende a lo lejos”.

Ozymandias (Texto fuente) [7]  

I met a traveller from an antique land,
Who said—“Two vast and trunkless legs of stone
Stand in the desert. . . . Near them, on the sand,
Half sunk a shattered visage lies, whose frown,
And wrinkled lip, and sneer of cold command,
Tell that its sculptor well those passions read
Which yet survive, stamped on these lifeless things,
The hand that mocked them, and the heart that fed;
And on the pedestal, these words appear:
My name is Ozymandias, King of Kings;
Look on my Works, ye Mighty, and despair!
Nothing beside remains. Round the decay
Of that colossal Wreck, boundless and bare
The lone and level sands stretch far away.”


[1] O eso piensa Fabio Morábito en el poema “Siempre me piden poemas inéditos” de su libro Delante de un prado una vaca, ed. Era.

[2] Así lo señala Antonio Pamies Bertrán en Métrica y traducción de textos poéticos, en: Métrica y traducción de textos poéticos (cervantes.es), consultado en 28 de febrero de 2024.

[3] Ricouer, Paul, Sobre la traducción, ed. Paidós.

[4] Algo semejante opina José María Micó en el prólogo a su traducción de la Comedia de Dante, ed. Acantilado.

[5] Indispensable el ensayo Percy Bysshe Shelley: “Ozymandias” de David Micks, tanto por cuestiones históricas como filológicas, disponible en: Percy Bysshe Shelley: “Ozymandias” by David Mikics | Poetry Foundation

[6] Ídem.

[7] Shelley’s Poetry and Prose (1977) Disponible en: Ozymandias by Percy Bysshe Shelley | Poetry Foundation, consultado el 13 de octubre de 2023.

Juan Manuel Esquivel (Ciudad de México, 1980) es poeta, ensayista y traductor. Licenciado en Ciencias de la Comunicación por el Tecnológico de Monterrey, también cuenta con el diploma en Formación de Traductores Literarios de la ENALLT (UNAM). Durante algún tiempo ejerció el periodismo y la comunicación corporativa para después formarse como escritor en distintos centros educativos y culturales. Por su poesía fue invitado al programa Al compás de la letra en Radio UNAM y, en 2022, traducido al bengalí. Periódico de Poesía, Casa del tiempo, Letralia, Taller Igitur, El Gólem, Murmullo de Paloma son algunos medios en los que publica su trabajo. Jacarandas y otros poemas y El oro íntimo son los títulos de sus primeros poemarios, actualmente en concurso.